Buenas tardes, hoy hablaremos del bosque de la Alhambra de Granada. En el Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife, hay mucha vegetación, tanto en su entorno como en el interior del conjunto monumental. Aquí en concreto, intentaremos dar una visión general del bosque que rodea a la Alhambra y da acceso peatonal a la misma. Uno de los grandes atractivos de la Alhambra es su entorno paisajístico y una de las cosas que más nos sorprende cuando la conocemos es, junto con su monumentalidad, el uso del agua, la frondosidad de su vegetación, su ubicación y su paisaje. El paso del tiempo y los cambios históricos han ido modificando el bosque, haciendo difícil entender si el bosque que vemos hoy en día es una visión moderna o histórica del mismo. Intentaremos dar una visión global de este bosque para así poder entender mejor su historia.
La Alhambra y el Generalife comprenden un conjunto variado de construcciones y un paisaje muy diverso. En los comienzos de su desarrollo, lo primero en construirse será la Alcazaba, siendo esta el lugar defensivo y de vigilancia de la ciudad. Por lo tanto, no es de extrañar, que tanto en la Alcazaba como en el entorno de murallas, no se incluyera desde el principio ningún tipo de bosque, pues situar vegetación en su entorno dificultaba la principal misión de la Alcazaba, que era la vigilancia.
Así el bosque de la Alhambra de Granada, tal y como lo vemos hoy es una aportación de época cristiana. A lo largo de este periodo sufrió diferentes modificaciones que irán cambiando su aspecto. “Por eso el bosque de la Alhambra se “construyó” a partir de la llegada de Carlos V a la ciudad”. Desde la época de Carlos V, pasando por la invasión francesa el bosque cambiará y desaparecerá en cierto períodos. Siendo hoy día el bosque que vemos, prácticamente una incorporación del siglo XIX, será en el reinado de Fernando VII el período en el que se incorporaron algunas de las especies actuales como el castaño de indias, el plátano de sombra, la acacia y el almez.
Hoy en día adentrándonos en el bosque, en concreto por su zona peatonal y que da acceso al conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, podemos ver pequeñas acequias a los lados del camino, además de numerosas fuentes y monumentos dedicados a personajes importantes para la ciudad, como el de Washington Irving.
Una de las cosas que más sorprende en este bosque es encontrar una puerta sumergida entre la frondosidad de la vegetación, nos referimos a la Puerta de Bibarrambla o Arco de las orejas. Esta puerta fue desmontada de su ubicación original, la Plaza de Bibarrambla en el centro de la ciudad, a finales del XIX y guardada en el Museo Arqueológico de Granada. En el primer tercio del siglo XX fue reconstruida y colocada en el bosque de la Alhambra, tal como la vemos hoy en día, por el arquitecto conservador de la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás. Hoy se erige hermosa entre la vegetación del frondoso bosque, pero la tenemos que imaginar vigilante en la entrada a la ciudad. El nombre de arco de las orejas se lo dieron los granadinos, pues en ella se colgaban las orejas de los malhechores y delincuentes de la ciudad.
Os invito a dar un paseo por este elegante y hermoso pulmón de Granada, un lugar para pasear lleno de agua, vegetación, magia e historia.